martes, 13 de septiembre de 2016

Cómo vestir un sombrero y no morir en el intento. Parte 1.- Los clásicos olvidados

Hoy vamos a hablar de Sombreros.

Hay veces que vas a comprar algo por internet y no tienes ni idea de cómo es en realidad. Con los sombreros esto es terriblemente cierto, dado que no todo el mundo sabe cuál es su talla, así que hoy despejaremos esas dudas y otras.

Me han pedido que escape un poco del típico bombín y el sombrero de copa, dado que de ellos abunda la información, pero primero unas palabras sobre tejido y talla.

Consideraciones previas.

Para empezar vamos a averiguar nuestra talla y para ello hay que aprender a medir nuestra cabeza para saber cual es nuestra talla de sombrero, para lo cual necesitaremos una cinta métrica, de las de costura de toda la vida,

Mediremos nuestro perímetro craneal, colocando la cinta métrica en la sien y trazando la circunferencia, la de un adulto suele estar entre 55 cm y 61 cm.

A la hora de escoger es importante también elegir un tejido apropiado; yo soy partidario del fieltro de lana para el invierno y los tejidos de paja para el verano, como el milan, (tejido de origen chino con un peculiar tranzado de pajo, llamado así por que lo popularizaron en el S.XIX los sombrereros italianos que lo importaban de China,) entre otros.

Clásicos olvidados.

Solventado este tema, y sabiendo ya la talla que tenéis, vamos a hablar de tres sombreros que he escogido entre muchos, Homburg, Porkiepie y Canotier.

El Canotier es un sombrero de paja hecho con tres piezas, el ala, el cuerpo y la copa, que se cosían a mano, y lleva una cinta de color, esto es para diferenciarlos del que usaba el ejercito. Es un sombrero de paja, el típico de los Gondoleros Venecianos.

También es símbolo de los colegiales de Oxford. A finales del siglo XIX, el sombrero se puso de moda en Francia, por la exaltación de la navegación “du canotaje”, de ahí su nombre. Paralelamente los inmigrantes italianos lo pusieron de moda en América, donde obtuvo su máximo esplendor en la primera mitad del siglo XX. El color de la cinta representa el Colegio, el equipo de Remo o colectivo al que pertenecía, y ésta podía ser de color liso o de rayas.
(Canotier)


El Porkie Pie se popularizó como sombrero unisex en las primeras décadas del siglo XX, pero en el S. XIX. era un popular sombrero femenino, usado tanto en el campo como en la ciudad. Podía ser tanto de fieltro de lana, como de paja. Tiene ese nombre por que se asemejaba al típico pastel inglés del revés. Es un sombrero de ala corta, que puede usarse tanto en Steampunk como en Dieselpunk.

(Porkie Pie)

El Homburg es un sombrero masculino, es semejante a un bombín con una hendidura en el centro. Es un clásico de los sombreros de caballero, se considera de uso formal, pero no sustituye a la chistera en actos solemnes. Es de fieltro de lana rígido y con cinta en el borde. Hercules Poirot, el célebre detective de la reina del crimen, solía usarlo.

Eduardo VII (1840-1910) lo volvió popular después de que visitó Bad Homburg en Hesse, Alemania, y llevó a su patria un sombrero de este estilo. El rey era muy consciente de la moda, exigente y experto en todos los asuntos de vestimenta, por tanto se sintió halagado cuando su estilo de sombrero fue copiado; a la vez que insistía en que fuera copiado. El Homburg aún es bastante común entre los señores bien vestidos, aunque no tan común como una vez fue.
(Homburg)
Si tenéis dudas o quereis información adicional sobre estos u otros sombreros, preguntad y en la medida de lo posible se responderá.

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